Las personas con diabetes enfrentan un mayor riesgo de desarrollar infecciones y úlceras en los pies debido a las complicaciones circulatorias y de sensibilidad asociadas con la enfermedad. Sin embargo, adoptar medidas preventivas y seguir cuidados específicos puede marcar la diferencia en la salud de los pies.
A continuación, se presentan algunos consejos esenciales para el cuidado adecuado de los pies:
Inspección Diaria:
Realizar una inspección minuciosa de los pies a diario es crucial. Examine cualquier cambio en la piel, la presencia de cortaduras, heridas, ampollas o áreas enrojecidas. La detección temprana de cualquier anomalía puede prevenir complicaciones futuras.
Limpieza Regular:
Lave sus pies diariamente con agua tibia y jabón neutro o de glicerina. Séquelos con suavidad utilizando una toalla limpia, prestando especial atención a los espacios entre los dedos para evitar la acumulación de humedad, que podría propiciar el desarrollo de infecciones.
Hidratación:
Aplicar cremas o lociones adecuadas, especialmente en los talones, ayuda a prevenir la resequedad y las grietas. Evite aplicar el producto entre los dedos para no crear un ambiente propenso a la humedad.
Cuidado de las Uñas:
Visite regularmente a un podólogo para el corte adecuado de las uñas y para la eliminación segura de callosidades. No intente cortarse las uñas usted mismo, ya que podría provocar lesiones o infecciones.
Elección de Calcetines:
Opte por medias de algodón en lugar de nylon, ya que absorben mejor la humedad y ayudan a mantener los pies secos. Cambie los calcetines diariamente y evite aquellos que estén demasiado ajustados, ya que la compresión excesiva puede afectar la circulación.
Revisión del Calzado:
Examine sus zapatos a diario para asegurarse de que estén en buenas condiciones. Verifique que la plantilla esté intacta y que no haya rugosidades o elementos que puedan causar lesiones o úlceras. Use zapatos que se ajusten adecuadamente y no tengan costuras internas que puedan rozar la piel.
Compra de Calzado:
Adquiera nuevos zapatos preferiblemente en horas de la tarde, cuando los pies están más hinchados. Asegúrese de que el calzado sea cómodo y no ajustado, para prevenir la aparición de rozaduras o heridas.
Consulta Médica Oportuna:
Ante cualquier señal de alarma, como lesiones, grietas, úlceras, callosidades persistentes, dolor o enrojecimientos, consulte de inmediato con su médico. La detección temprana y el tratamiento adecuado son cruciales para evitar complicaciones graves.
Al adoptar estos hábitos de cuidado diario, las personas con diabetes pueden reducir significativamente el riesgo de complicaciones en los pies y mejorar su calidad de vida. La atención proactiva y la colaboración constante con profesionales de la salud son fundamentales en el manejo integral de la diabetes.
Dra. Alejandra Laura Alcaya – Médica Esp. en Diabetes y Clínica Médica