Equinoterapia

Niña montada en un caballo

Un recorrido en busca del propio equilibrio

La equitación es un deporte que, encierra en sí mismo, el desarrollo de diversas capacidades físicas, emocionales y aptitudinales.  Quienes lo practicamos podemos dar fe de los beneficios mágicos que tiene la relación que desarrollamos con el caballo y como ésta se traduce luego en el contacto con el mundo que nos rodea.

La equinoterapia parte de éstos beneficios profundizándolos, adaptándolos como medios para el tratamiento de diversas patologías.

Beneficios

El sólo observar un caballo ya produce sentimientos en nosotros de paz, curiosidad, asombro; si de allí pasamos al contacto los beneficios se multiplican, él nos transmite por ejemplo  su suavidad, su calor, su tranquilidad, se vuelve nuestro reflejo a partir del cual podemos descubrir de a poco en nosotros, estas vedadas cualidades, ayudando a las patologías que presenten carencias de “limites corporales o sensitivos”.

 Otro de los beneficios, es el uso de su ritmo y movimiento respiratorio para calmar los estados ansiosos. Su respiración larga y profunda influye y modifica nuestra propia respiración, produciendo cambios en la circulación y ritmo cardíacos, la oxigenación del cerebro; logrando de a poco un equilibrio orgánico  y emocional.

Efectos

Al montar, el caballo y sus movimientos hacen que  nuestros músculos  se activen y despierten nuevas sensaciones. Logrando el equilibrio para mantenernos sobre él, conquistamos confianza y equilibrio propios, los cuales nos fortalecen en la organización de movimientos e ideas. Esto nos permite pasar a las actividades de dinámica corporal, que fortalecen nuestra parte motriz.

La equinoterapia está dirigida a personas con dificultades motrices, TGD, retrasos, TDAH y otras patologías.

Colaboración de: Instructoras del Club Ecuestre El Diamante.

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