Responsabilidad y Autenticidad
Existir humanamente es ser responsable ante la vida. El hombre es responsable de su destino. Creamos proyectos y los hacemos propio, nos responsabilizamos ante ellos porque sabemos que no estamos solos. Hemos sido creados para compartir, siempre buscando la autenticidad, encontrándonos a nosotros mismos, tal cual somos; pero, ¿Quiénes somos?
El Desafío Interno de sentirse bien con uno mismo
Sabemos que somos personas, pero no podemos asumir que aquello que duele, que hace daño, es parte de nuestra esencia, porque nosotros mismos hemos creado a este ser que vemos frente al espejo, y que tan difícil se nos hace comprender. Es una lucha diaria con uno mismo, ¿pero, nos hemos preguntado cuál es el objetivo de esa lucha? ¿A dónde queremos llegar?
La Búsqueda de Propósito
Lo que la persona no puede asumir aún, es que solo nosotros generamos esas disputas que nos llaman, y es allí dónde está lo bueno, al ser movilizados, nos hacemos consciente de que estamos vivos y contamos con energía para poder pelear. Estamos frente a un abismo de libertad, que nos presenta la oportunidad de elegir eso que tanto queremos. Pero a veces no somos lo suficientemente valientes para pelear por lo que tanto deseamos. Nos inundamos de miedos, vergüenza, inseguridad, ira, nos escondemos y hasta somos capaces de enfermar el cuerpo por no atrevernos a sacar de nosotros eso que por dentro nos inquieta tanto. Lloramos, nos duele el pecho, nos encerramos en nosotros mismos. Es una angustia gigante que nos invade, es un obstáculo en la vida, me inmoviliza, miro para todas partes, pero no puedo, o no sé cómo hacer.
El Desafío Emocional
Experimentar emociones positivas o negativas no basta para sentirse bien con uno mismo. Es necesario asignar un sentido a todo lo que vivimos. Aún a esa quietud que nos está impidiendo vivir libremente. Porque aún ella puede ser el motivo para batallar. Solo basta con creer en uno mismo, tener en cuenta que los humanos tenemos un tiempo limitado y que nuestra vida es solo esta y es absolutamente nuestra, si no la usamos ya, ¿Cuándo vamos a cumplir con esos deseos que viven en nuestras mentes todos los días? Y quizás acá es a dónde queremos llegar, a ser nosotros mismos, física y psíquicamente sanos. Siendo capaces de reconocer quienes somos.
En conclusión, somos el medio y el fin para alcanzar aquello que anhelamos. Y quizás a veces resulte dificultoso desenredar el problema por sí solo, por eso existen personas dispuestas a ayudar a encontrar la luz que guía y saca de esa prisión que creamos en nuestra propia mente.
Colaboración: Cecilia Luboy – Lic en Psicología