Trastorno de Ansiedad Social” o “Fobia Social” refiere a un miedo o ansiedad intensa en una o más situaciones sociales en las que el individuo está expuesto al posible examen por parte de otras personas. Se tiene miedo de actuar de cierta manera o de mostrar síntomas de ansiedad que se valoren negativamente. Casi todas las situaciones son provocadoras de miedo y se intentan evitar, tal cual cita el DSM V (2013).
¿Qué tipos de Fobia Social se pueden desarrollar?
- Circunscrita: Se presenta en situaciones puntuales que generan un miedo en quien está participando.
- No Generalizada: Puede presentarse el miedo y la ansiedad ante varias situaciones de las que se es parte o se presencia.
- Generalizada: La persona no hace distinción entre situaciones sociales, sino que presenta ansiedad y temor a la mayoría de situaciones que implican establecer un rol social, ya sea de observador o participante directo.
¿A qué edad comienza la fobia social?
La edad promedio de inicio de la fobia social suele ser alrededor de los 15 años. En muchos casos es común que existan antecedentes de timidez e incluso inhibición social.
La constante evaluación a la que la persona se ve expuesta en la adolescencia lleva a esta etapa de la vida a ser un periodo crítico. La imagen que uno da a los demás y como es visto por su grupo de iguales, hace que establezca su papel y su lugar en un sistema social distinto al de la familia con quien comparte el ámbito de su hogar.
Bados (2009) argumenta que la fobia social representa el 20-35% de los trastornos fóbicos vistos en la clínica. La mayoría de los pacientes no buscan ayuda y los que lo hacen tardan varios años en decidirse.
¿Cuáles son los síntomas característicos de la fobia social?
Los síntomas se clasifican en físicos, cognitivos y conductuales.
Dentro de los síntomas físicos se encuentran los más fáciles de observar como son taquicardia, palpitaciones, temblor de voz y manos, sudoración, sonrojamiento, tensión muscular, malestar gastrointestinal, boca seca, escalofríos, sensación de opresión en la cabeza o cefalea, dificultad para tragar, náuseas y urgencia urinaria. Siendo la boca seca, contracciones nerviosas y, especialmente, el rubor las reacciones mucho más frecuentes en la fobia social que en otras fobias.
En lo cognitivo aparecen imposibilidad de recordar cosas importantes, confusión y dificultad para concentrarse. Además existe una tendencia a centrar la atención en sí mismo, concretamente en los síntomas físicos, emociones negativas y en los propios errores.
Conductualmente, la evitación de las situaciones temidas es frecuente. Sin embargo, muchas veces no se evita estar en las situaciones sociales, sino ser el centro de atención o manifestar síntomas. Esto se consigue mediante conductas de búsqueda de seguridad o conductas defensivas, las cuales persiguen prevenir o minimizar las supuestas amenazas y reducir la ansiedad.
¿Qué índice de prevalencia presenta dicha fobia si la comparamos con otros trastornos de ansiedad?
Las tasas de prevalencia de la fobia social oscilan entre el 2% y el 13% y tiene una alta comorbilidad con otros trastornos psiquiátricos. Algunos estudios señalan que la prevalencia mundial oscila entre un 3% y un 13%, siendo el trastorno de ansiedad más demandado para ayuda psicológica.
La fobia social es común por su comorbilidad con otros trastornos, y lleva a que se desarrollen más casos, debido a la frecuencia con que nos vemos expuestos a situaciones sociales.
Colaboración de: Pablo M. Pérez, Lic. en Psicología