EL PARADIGMA INTEGRADOR EN SALUD

Pez saltado al lado opuesto

Un acercamiento a la compleja trama de lo humano

Nuestras concepciones sobre la salud y la enfermedad, fueron cambiando a lo largo de la historia a partir de las miradas predominantes en la manera de abordar y entender al sujeto y su contexto.

Actualmente, estamos transitando desde un paradigma reduccionista, que veía al individuo de formas disgregadas y fragmentadas, hacia uno en que se comprende a quien consulta desde una mirada más compleja y abarcadora.

Esto se hace visible en las concepciones que vamos construyendo sobre la salud, y sobre que implica vivir una vida saludable. En 1948, ya la organización mundial de la salud (OMS), definía la salud como algo más que la ausencia de enfermedad, e indicaba que esta debía centrarse en el completo bienestar físico, mental y social.

Más recientemente, la Asociación Médica Argentina, AMA, plantea una reformulación a éste concepto, proponiendo la definición de «salud plena e integral”. Esta se define como un estado de óptimo bienestar físico, mental, social, ambiental y espiritual; y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.

Una de las disciplinas que aportó y aporta fuertemente a éste cambio, es la Psiconeuroinmunoendocrinología, en la cual se considera a todo síntoma como un emergente de la intermodulación de factores genéticos, cognitivos, psicoemocionales, ecológicos, ambientales, espirituales y sociales. Este descubrimiento, ha servido como base para la comprensión de distintas enfermedades relacionadas íntimamente con el estilo de vida, el manejo del estrés, y la regulación emocional, como es el caso de la fibromialgia, la obesidad, y muchas enfermedades autoinmunes.

Desde el campo de la Psicología, las escuelas humanístico-existenciales, han sido pioneras en contemplar al ser humano como una totalidad, en la que la dimensión biológica, contextual-histórica, psicológica y espiritual, conforman un sistema; un todo en una interacción dialéctica con su ambiente.

Las terapias de «tercera ola”, como la terapia de aceptación y compromiso, ACT o la terapia Dialéctica-comportamental DVT, le dan un lugar central a la búsqueda de valor personal, y a la construcción de una vida con significado, integrando herramientas de autoconocimiento, toma de consciencia, y atención plena, nutriéndose tanto de tradiciones convencionales como milenarias.

Como vemos, hoy los campos de la Psicología y la salud, se están transformando para dar nuevas respuestas a la complejidad que somos como seres humanos. A su vez, existen muchos modelos diferentes que buscan intervenir desde este lugar, cada uno con sus aportes sumamente enriquecedores.

Con el objetivo de brindar algunas ideas que caracterizan a estos modelos en el campo de la psicoterapias, la Asociación latinoamericana de psicoterapias integrativas, (ALAPSI) indica que un modelo de intervención que tome éste enfoque:

  •  Partirá de una concepción de salud integral, considerando al ser humano en su unidad bio-psico-social-espiritual.
  •  Integrará aportes de distintas corrientes y disciplinas con el fin de generar una mirada más amplia, y brindarle a cada paciente lo que necesita.
  •  La calidad de la relación terapéutica será fundamental, ya que esta permite poner en juego las fuerzas dinamizadoras del cambio de los consultantes, y de sus mecanismos internos para promover su salud.

Finalmente, es importante recordar que como seres humanos, somos hijas e hijos de lo IMPREDESIBLE, de lo incierto, de «aquello que todavía está por definirse”. Por lo tanto, cualquier modelo que quiera acercarse a la realidad de lo humano, deberá atravesar las mismas contradicciones, fluctuaciones y cambios; y estar abiertos a la transformación, la apertura y la integración.

Colaboradora: Florencia Sabrina Del Dó. Lic. En Psicología.

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