¡Bebés al agua!

Bebés al agua

La importancia de la natación en bebés

La natación para bebés  es una actividad que busca la estimulación acuática del bebé por medio de una serie de juegos que le permiten aprender a flotar y moverse por el agua con la ayuda de sus padres.

En este método es fundamental el papel del padre, de la madre o algún pariente a fin al bebé (abuelos, tíos) dentro del agua. Mediante la orientación técnica del profesor encargado de la actividad, los padres participan en la aventura acuática de su bebé. Además este contacto reforzará el vínculo inicial entre ellos y los bebés, viviendo una experiencia original. Si bien no se trata de aprender a nadar, se estimulan más fácilmente los movimientos.

Brindamos clases desde los  6 meses de edad, hasta los 3 años, a partir de esa edad comienzan a ir solitos.

Para concurrir a la clase:

  • Bebés: pañal para el agua- malla-toalla.
  • Adulto: malla-gorro (mujeres)- toalla- ojotas.

Las clases tienen una duración de 50 minutos.

Beneficios que nos ofrece la actividad.

Es una forma de estimulación temprana de los lactantes, en diferentes áreas, especialmente la afectiva, ya que el agua es una excelente conductora de energía. En cuanto a la estimulación motriz se realizan grandes logros. La experiencia muestra que los chicos que han pasado por esta experiencia son más independientes, tienen más seguridad frente a nuevos medios, son más creativos y curiosos, desarrollan más su autoestima y parecería que tienen menos dificultades para resolver situaciones desconocidas.

El bebé que aún no camina encuentra en el agua la posibilidad de moverse tridimensionalmente, siendo mucho mayor la libertad y continuidad de movimientos

Desarrollo psicomotor:

A muy temprana edad comienzan a tener nociones de desplazamiento y distancia de una gran riqueza y sensibilidad, lo que redundará en una mayor coordinación motriz.

Fortalecimiento del sistema cardiorrespiratorio: La natación fortalece el corazón y los pulmones. Debido al trabajo respiratorio que se realiza en el agua se aumenta la eficiencia en la oxigenación y traslado de la sangre.

Ayuda al sistema inmunológico.

  • Aumenta el coeficiente intelectual: Está demostrado que los bebés que han hecho natación en los 2 primeros años de vida desarrollan una percepción mayor del mundo que los rodea, con lo que ya están aprendiendo a ser más creativos y observadores. El agua estimula la capacidad de juego del niño y este hecho repercutirá muy positivamente en aprendizajes futuros.
  • Mejora y fortalece la relación afectiva y cognitiva entre bebé-mamá-papá: La realización de un programa acuático para un bebé le llevará, junto con sus papás a compartir situaciones ricas y profundas que no sucederán de otra forma pues se van a juntar las reacciones innatas e instintivas del bebé con las propias vivencias que genera la práctica de la natación, que sin duda ayudaran al conocimiento mutuo, alimentando el amor y orgullo de mamá y papá.
  • Inicia la socialización sin traumas en un ambiente lúdico y recreativo: Desarrollándose como personas y su entorno de una forma natural.

Colaboración: Verónica Stempler – Actividades acuáticas

Compartí contenido