La cerveza es la bebida más consumida en el mundo y se elabora utilizando cebada malteada (aunque también las hay de trigo, de maíz y otros cereales). Aparte de calmar la sed y levantar el ánimo tiene un gran abanico de beneficios para nuestra salud, eso sí siempre y cuando su consumo sea moderado o preferentemente cerveza sin alcohol.
Según algunos autores
La cerveza tendría efectos beneficiosos para la salud cardiaca en bebedores moderados estimándose que tienen un 42% menos de riesgo de sufrir enfermedad cardiaca debido a los antioxidantes naturales que posee.
Las famosas “piedras en el riñón” encuentran un poderoso enemigo en la cerveza, ya que este dorado y espumoso líquido reduce el riesgo de desarrollar las piedras renales por su alto contenido en agua y su efecto diurético.
Está formada en un 93% por agua y contribuye a la hidratación del organismo, factor crucial para las personas que sufren de hipertensión arterial. Además contiene altos niveles de potasio lo que produce un efecto diurético que provoca una eliminación de agua y electrolitos en el organismo.
Beber cerveza moderadamente fortalece los huesos ya que el silicio presente en la cerveza ayuda a aumentar la densidad ósea de la cadera entre 3,5 y 4,5 veces más que las personas abstemias.
Aporta el 3% de la cantidad diaria de vitamina B12 recomendada. Esta vitamina es importante para el funcionamiento del sistema nervioso, para el cerebro y la regeneración de las células.
Contiene beta-glucanos, un tipo de fibra soluble que ayuda a reducir los niveles de colesterol y aporta fibra a la dieta (0,75 gramos por 330 mililitros).
Posee un elevado contenido en ácido fólico y es muy beneficioso para la salud de las mujeres embarazadas (por supuesto cerveza sin alcohol), ya que es una vitamina clave en el sistema nervioso y para la regeneración de las células. Además, reduce el estrés oxidativo de la madre tras el parto y en la lactancia.
Por último ayuda a mejorar los síntomas de la menopausia y debido a sus fitoestrógenos naturales puede llegar a retrasar la menopausia hasta incluso dos años.