En la actualidad la esperanza de vida ha aumentado a lo largo de los años. Por esto es fundamental la prevención de enfermedades a través, no solo de buena alimentación, controles clínicos periódicos, el consumo de agua potable, etc, sino también a través de profesionales de salud que ayuden al paciente a desempeñarse en sus tareas cotidianas, sobre todo para evitar el sedentarismo propio de la edad.
Es necesario que las personas mayores estén acompañadas por profesionales que evalúen y comprendan cuáles son sus capacidades y limitaciones para así asistirlo en su día a día. Es necesario la ayuda de kinesiólogos que realicen un plan de entrenamiento cotidiano para que la persona combata el sedentarismo y así evitar dolores y rigidez muscular, articular y prevenir o evitar el avance de la osteoporosis.
El kinesiólogo debe estar presente siempre, y no necesariamente se debe esperar a que el adulto mayor este enfermo. El profesional puede trabajar sobre la parte sana para que el adulto mayor pueda mantener, conservar, recuperar su dignidad, su estado emocional y autonomía personal.
Los aspectos que pueden mejorar los pacientes al realizar un tratamiento de kinesiología son:
- Mejora considerablemente la salud del corazón, pulmones y el sistema circulatorio
- Mantiene la flexibilidad del cuerpo y mejora el estado de movilidad de las articulaciones
- Fuerza: ayuda a prevenir caídas y fracturas de cadera
- Mejora la postura y corrige problemas de este tipo
- Mejorar el equilibrio
Por otro lado, es muy importante que la familia tome conciencia sobre el tema de la prevención y rehabilitación del paciente, ya que una persona que siente apoyo emocional de su círculo cercano, podrá tener mejores resultados.
Colaboración: Kinesióloga Paula Lucia Menendez