
La vitamina D es reconocida en varios procesos físicos relacionados el metabolismo de los huesos y el calcio, así como en varias enfermedades, como dolencias autoinmunes, cardiovasculares, diabetes tipo 2, obesidad, cáncer y otras. Y, según han señalado varios estudios recientes, es también un factor a tener en cuenta en el desarrollo de la infección por el virus SARS CoV-2, más conocido como COVID-19.
Durante los meses de invierno, cuando la síntesis de vitamina D disminuye de forma natural por el menor número de horas de luz solar, el menor ángulo de la radiación solar y la menor superficie de piel expuesta, aumenta la incidencia de infecciones agudas de las vías respiratorias inferiores en adultos y niños. Según se constata, la administración de suplementos de vitamina D las reduciría.
La mayor parte de la vitamina D3 se sintetiza en la piel tras la exposición a la radiación UVB procedente del sol.
Cuando la vitamina D es aportada por los alimentos la nombramos a esta como D2 y D3.
La alimentación contribuye solo en un 10%–20% a las reservas de vitamina D, o sea, que la exposición solar en horarios prudentes, antes de las 10 am o luego de las 18 pm serían los momentos más indicados para estar expuesto durante unos 7 a 10 minutos las personas de piel blanca y los de piel morena mínimo deberán permanecer al sol durante 15 minutos, ambos de manera diaria.
¿Qué alimentos son fuente de vitamina D?
Muy pocos alimentos contienen esta vitamina en forma natural. Los alimentos fortificados con vitamina D agregada aportan la mayor parte de esta vitamina en las dietas de las personas.
- Los pescados grasos, como el salmón, el atún y la caballa se encuentran entre las mejores fuentes de vitamina D de manera natural.
- El hígado vacuno, el queso y la yema de huevo de gallina y codorniz contienen cantidades menores, obstante a eso, también serían de importancia para incluir en la dieta a diario.
- Los hongos aportan cierta cantidad de vitamina D. En ciertos tipos de hongos que ahora se encuentran a la venta, se aumenta el contenido de vitamina D al exponerlos a la luz ultravioleta.
- Casi todo el suministro de leche está fortificado con vitamina D, así como muchas de las alternativas de origen vegetal, como la leche de soja, la leche de almendras y la leche de avena.
- Estas leches si son preparadas de manera casera no aportan cantidad de vitamina D, lo ideal es que estas sean compradas y así van a estar fortificadas con la misma.
- Además, ciertos cereales para el desayuno y algunas marcas de jugos de naranja, yogures, margarinas y bebidas a base de soja, almendras, avenas contienen vitamina D agregada. Consulte siempre las etiquetas de los alimentos.
Es de suma importancia la exposición solar, la alimentación y la actividad física para prevenir infecciones.
Colaboración de: María Victoria García Lic. en Nutrición