Elección vocacional en la adolescencia

La elección vocacional no es una decisión que surge de un momento para otro ya que involucra todo un proceso de construcción que se inicia desde que somos pequeños, donde intervienen  nuestros gustos, intereses, habilidades y necesidades entre otros factores. Estos se  relacionan entre sí y, luego de un proceso más o menos lento, se llega a tomar una decisión vocacional.

Desde niños, nuestra vocación se perfila y manifiesta a través de juego de roles y del protagonismo o papel que teníamos en dichos juegos.

Ya en la adolescencia nuestra vocación se inclina en función de nuestros gustos e intereses y, a partir de los 18 años aproximadamente, consideramos también, al momento de confrontar nuestras necesidades, otros aspectos como son: habilidades, aptitudes, oferta, demanda, remuneración, oportunidades laborales etc.

Cabe aclarar que no todos los sujetos decidimos nuestra vocación a la misma edad,  esto es un factor relativo: cada persona tenemos nuestro tiempo interno y requerimos de momentos propios y subjetivos para asumir una decisión  que involucre a todos los aspectos ya mencionados. Esta elección vocacional  se puede llevar a cabo en diferentes etapas de nuestras vidas.

En la etapa de la adolescencia en general, dicha elección se realiza en medio de cierta  crisis. Al hablar de crisis entendemos a ésta como la oportunidad de crecimiento e independencia del joven en contraposición a ciertos sentimientos de tristeza, miedo, ansiedad, por el término de una etapa conocida y segura,  y el inicio de otra nueva.

 Hay factores que también influyen en estos momentos y pueden interferir en el proceso de elección. Son los siguientes:

  • Variedad de oferta.
  • Idealización de profesiones.
  • Priorización de  intereses del sujeto sin considerar las habilidades.
  • Elección de profesión u ocupación sin tener en cuenta un proyecto de vida.

En este proceso de construcción, debemos considerar una serie de elementos en función de lo que  deseamos. 
Entre otros, los siguientes:

  • Historia vital.
  • Conocimiento de sí mismo.
  • Proyección futura.
  • Intereses.
  • Habilidades.
  • Realidad.

 Acompañar, este proceso es muy importante, es estar presentes mostrando interés y clarificando las dudas.

Ayudando al autoconocimiento, al esclarecimiento de dudas acerca del mundo profesional, laboral y ocupacional y a la construcción de un proyecto de vida.

Beatriz Peretó.  Psicopedagoga.

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