El ser humano, al llegar a la vejez comienza a experimentar un conjunto de cambios que se van manifestando con el pasar de los años.
La soledad demuestra ser una etapa crítica en la vida de las personas.
El sentimiento de soledad es una experiencia desfavorable para la vida cotidiana del individuo visto que allí se dan múltiples realidades que tocan la parte personal, familiar y social. Múltiples realidades que son atravesadas en el ciclo vital. Se deben aceptar las modificaciones en los roles generacionales y enfrentar también los cambios biológicos propios de la involución.
En consecuencia, a lo anteriormente mencionado, la red social en la etapa del adulto mayor muestra una serie de cambios propios, como la finalización de la crianza de los hijos, el abandono de las relaciones procedentes del ámbito laboral y la disminución del grupo de parientes e iguales por efecto de la mortalidad. De esta manera, la red de apoyo social, a partir de los 70 años sufre probablemente, un descenso.
Aprender cuál es el valor del apoyo social en el bienestar de las personas, ayudará quizás a desarrollar intervenciones encaminadas a fortalecer los sistemas de apoyo, crear nuevas redes cuando éstas estén deterioradas, se disminuyan o no existan.